Hace muchos años, en tiempos de la Guerra de la Independencia , vivía en Escalante una hermosa molinera cuyo meneillo al caminar era gloria bendita para cristianos y afrancesados.
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miércoles, 15 de diciembre de 2010
sábado, 4 de diciembre de 2010
Mi última tortilla de patata, bajo el Puente del Diablo
Era muy joven, por eso quedó grabado aquel sabor en mi mente con la impronta indeleble del apasionamiento. Luego he comido muchas, de todos los espesores, con cebolla o sin ella, blanda y compacta, rica en huevo o deslavazada, salada o sosa, pero ninguna me supo igual, a amores prohibidos, a aguas rugientes, a salitre y humedad, a simas infernales que parecían llamar al viajero, que las tortillas que tomaba junto a mis amigos en las excursiones al Puente del Diablo.
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