SECTARISMO EN LOS CRÁTERES DE LA LUNA

        Imaginemos una luna llena de agua, con cráteres como pozas, unos grandes, otros chicos; este de marejadas, aquel de calma; uno cristalino, otro turbio; aquel con peces, el de más allá denso y sin vida. Así, justo, es la poesía que cada uno escribe, que cada uno lee, donde cada uno habita. Nos acostumbramos a nuestros charcos habituales, a 

hacer pipi en ellos sin quitarnos el bañador, a su salinidad, al escozor que produce en los ojos cuando nos sumergimos sin gafas. Las aguas del charco de al lado son diferentes, quizá más puras, o más limpias o más profundas, pero no deseables porque vivimos bien donde estamos, ranas de charco. Además, para pasar de uno a otro hay que hacer un gran esfuerzo, dar un salto acrobático de peces voladores y podríamos caer en tierra de nadie, seca o en aguas libres, esas que hay entre cráter y cráter, lo que sería peor. Nos quedamos con lo nuestro,  es mejor, con los autores de culto, con esos versos que hacen temblar el alma, que abrasan la piel de gallina y que provocan que nuestros cabellos quiebren la débil fuerza de gravedad del satélite. Lo que se haga en los demás cráteres nos es indiferente, incomparable, basura casi siempre que sólo merece, a lo más, una cortés sonrisa torcida. Igual sucede con la prosa, sólo que para captar la esencia del sectarismo hemos de dar un salto imaginativo y marchar a otro astro, a un planeta enorme, un Júpiter lleno de aguas, de continentes, de radas y accidentes interconectados; allí, la  vastedad de  horizontes nos impide navegar por todos los mares, océanos, radas y golfos. ¡Son tan endebles nuestras carabelas! A la postre, seguimos también con lo de siempre, con el verdor que el alga invasora confiere a los fondos marinos por los que navegamos, a los peces de sabor invariable que nos alimentan, a los tiburones de los que hay que cuidarse, pero que son como de la familia. El conservadurismo; siempre el conservadurismo. No importa cuál sea el astro en que vivamos. 

Día del Libro, 23 de abril de 2013.